El “otro” Maceda. Historias de la historia

 

by Víctor Hegelman

 

(1945) Antonio Maceda Méndez en la “Unión Deportiva Orensana”.

(1945) Antonio Maceda Méndez en la “Unión Deportiva Orensana”.

Suelo decir que Los 50 no es una peña futbolera al uso. Y creo que no me equivoco. Tampoco como asociación (que lo es) responde a unos parámetros muy habituales. Bien. Y me alegro.

Yo suelo decir que somos una especie de centro filantrópico en defensa de los valores atléticos, así como de su historia. Y defender la historia del Atleti es defender la historia del fútbol.

Pero la historia no se construye sólo con grandes nombres y grandes titulares. También hay otros momentos, otras personas, otros héroes… Pequeños en relevancia mediática pero grandes en la influencia que pudieron dejar en sus seres más próximos.

Un día al buzón de Los 50 nos llegó una petición sobre uno de estos héroes.  Un lector de nuestra web, Santi Badillo, nos preguntaba sobre un familiar suyo, Antonio Maceda Méndez (el “otro” Antonio Maceda), del que tenía seguridad sobre su efímera pertenencia al Atlético Aviación, pero carecía de muchos datos que soportasen su afirmación.

El equipo de investigación de Los 50 (vamos, Javier Laguna con la siempre inestimable ayuda del gran Bernardo de Salazar) se puso manos a la obra y poco a poco, sin prisa pero sin pausa, y con un tremendo respeto, consiguió un material más que decente sobre “el otro Antonio Maceda”.

En efecto, Antonio fue uno de esos jugadores llamados “modestos” que dedicaron una gran parte de su vida a la práctica del deporte del que eran aficionados: el fútbol.

Así, Maceda, nacido el 20 de mayo de 1920 y natural de Navía, destacó en el fútbol universitario madrileño en los primeros años de la posguerra llegando a ganar con la selección del Madrid el Campeonato de España Universitario en 1942, ganando en la final al equipo de Barcelona.

¿Y el Atleti? Esperen un poco. Ya en los últimos partidos de ese campeonato se rumoreaba que representantes del Atlético Aviación habían ido a ver jugar a ese joven delantero llamado Maceda.

Lo que fueron rumores se convirtieron en realidad y Maceda fue llamado a hacer una prueba para jugar con los atléticos en el campo de Vallecas y ante la atenta mirada del mismísimo Ricardo Zamora, entonces entrenador colchonero.

La prueba consistió básicamente en un encuentro ante el Imperio en el que a Maceda le bastó con lo demostrado en la primera parte, pese a jugar con un fuerte dolor en el costado. Una asistencia, un gol… y la recomendación de Zamora para que fichase por los aviadores.

Firmó el 8 de mayo de 1942, con contrato profesional, quinientas pesetas de sueldo mensual y libertad absoluta para estudiar Ciencias Exactas, que no se veía Antonio viviendo del fútbol.

Desde aquel día comenzó a entrenar en Vallecas con jugadores que días antes vivían en “otro mundo”, a saber, los internacionales Germán, Campos, Gabilondo, Machín, Vázquez… Tremendo.

Y así, llegó su primer partido, un amistoso ante el Real Madrid (entre suplentes), el 14 de mayo de 1942, en el que el Atleti venció 3-1 con tres goles de Domingo. Fue la alineación aviadora aquel día la siguiente: Benavent; Rafa, Basilio; Blanco, Colón, Escudero, García, Maceda, Muñoz, Domingo, Herminio. Los diarios destacaron de Maceda al día siguiente su buena colocación y dominio del juego.

Eliminado el Atleti en los siguientes días por el Valladolid en la Copa, el club organizó una gira por Marruecos y Canarias a la que Maceda se incorporó de forma tardía, en Ceuta, por estar en periodo de exámenes en la universidad. Un hombre con las ideas claras…

Llegado a Ceuta, jugó el 25 de junio un amistoso contra el equipo local de Larache en un campo infame. Ganó el Atleti 3-1 con dos goles de Domingo en la segunda parte y gran esfuerzo Maceda que, según su testimonio “jugó molesto con el Sol de cara y unas botas que le apretaban muchísimo”.

Días después el Atleti jugó en Tánger y ganó 8-1. Estaba previsto que Maceda entrase en la segunda mitad, pero Arencibia no quiso cambiarse al encontrarse cómodo en el campo, mejor que el patatal de Larache. Siempre ha habido clases…

Siguiente partido: Ceuta. Maceda se viste de jugador, pero de nuevo no juega. Partido bronco que gana el Atleti 4-3 pese a acabar con nuevo por expulsión de Machín y Domingo.

Desde allí, vuelta a Madrid y viaje a Canarias, vía Cádiz.

En la gira por las islas llega a jugar dos partidos de los cinco concertados que se saldan con sendas derrotas, una ante el Tenerife (3-2) y otro ante el Marino (3-0).

Maceda se queda en la plantilla en 1943, pero sólo llega a jugar amistosos. Quizás su tenaz dedicación a los estudios le restó trascendencia en aquel pujante Atlético.

Así, Maceda participó en partidos contra el Informaciones (victoria 6-1), el Carabanchel (victoria 5-0), la Ferroviaria (victoria 5-1), contra el Barbieri (victoria 7-1), contra la Cultural en León (victoria 4-2) y contra el Valencia en el primer partido nocturno celebrado en Madrid (derrota 1-4 ante el Valencia). El 29 de junio de 1943 juega un nuevo encuentro con los colchoneros en  el campo de Mestalla, con derrota de nuevo ante el Valencia por 3-0.

Su último partido será el 12 de septiembre de 1943 ante el Rayo, nuevo amistoso con victoria rojiblanca por 5-1.

Maceda renovó, pero fue cedido al entonces filial atlético, el Imperio de Tercera División.

Se acaba su periplo atlético. Del Imperio pasará al Plus Ultra y de allí a la Unión Deportiva Orensana, donde llegará a ser estrella local, goleador pundonoroso, querido y respetado, apodado cariñosamente Macediña hasta su retirada en 1949.

Antonio Maceda Méndez falleció, el 13 de julio de 1991, en Pontevedra, donde ocupó el cargo de Delegado Provincial de Estadística hasta su jubilación.

Visto así, puede resultar una historia como tantas. Alguno incluso irá más lejos y dirá que Maceda, Antonio Maceda Méndez, no triunfó en el fútbol.

La gran pregunta no es cuántos marcó, ni cuánto gano. Ni siquiera cuántos recuerdos dejó. Lo que importa es la calidad y la humanidad de los recuerdos, y ahí parece que va a ser difícil superar a Maceda.

Con respecto al Atleti… Es cierto. Pocos partidos y amistosos. Les contaré un secreto. No sé cuánto daría por haber jugado en mi vida tan sólo un encuentro amistoso defendiendo la rojiblanca y oyendo al público corear mi nombre. Vamos, ser “un Maceda”. O “un Macediña”. Sería la leche.

 

(14/5/1942) Atlético Aviación. Arriba: Blanco, Colón, Muñoz, Domingo, Basilio, Benavent. Abajo: Rafa, Maceda, García, Escudero y Herminio.

(14/5/1942) Atlético Aviación. Arriba: Blanco, Colón, Muñoz, Domingo, Basilio, Benavent. Abajo: Rafa, Maceda, García, Escudero y Herminio.