Ben  Barek, la “Perla Negra”

 

Miguel Á. García Gabriel @migarga

 

Larbi Ben Barek, nació en 1914 en la región de Tissint (Marruecos) y tras su paso por Marrakech, donde falleció su padre, con ocho años su familia se trasladó al barrio de “Al Sufi” en Casablanca. Su madre y hermano al ver que no tenía interés en los estudios, trataron de convencerle de que aprendiese un oficio, pero a Ben Barek todo lo que le importaba era jugar al fútbol. Solía caminar desde el centro de la ciudad a su casa, siempre con alguna pelota, que había confeccionado con ropa desgastada, en los pies descalzos.

Comenzó a jugar al fútbol, con 18 años, en el equipo Al Watan, donde se enfrentaba a equipos de otros barrios de Rabat, Fez y Salé. Esto le permitió empezar a ser conocido y en 1933 se incorporó a las filas de “El Ideal”, donde permaneció dos temporadas, y fue elegido para formar parte de la Liga de Marruecos, nombre de la selección de Marruecos durante el Protectorado francés. Antes de llegar a Europa, jugó durante tres temporadas, en Primera División, en la Union Sportive Marocaine.

Ben Barek practicaba varios deportes, carrera, ciclismo, boxeo y baloncesto. Era un atleta completo. Comenzaba los entrenamientos media hora antes que el resto del equipo y, al finalizarlos,  continuaba otra media hora.

En 1938, a bordo del barco “Djini”, partió del puerto de Casablanca rumbo a Marsella para incorporarse a las filas del Olympique. En su primer partido, Ben Barek anotó dos goles, en la victoria frente al Racing Club. Sus grandes actuaciones motivaron su convocatoria por la selección francesa para los encuentros contra Italia, Polonia y Hungría, donde marcó su primer gol con la selección. En los dieciséis años que fue internacional con Francia (1938-1954) disputó 17 partidos y anotó tres goles.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Ben Barek regresó a Marruecos y volvió a jugar con la Union Sportive Marocaine, donde ganó cuatro veces el Campeonato, además de la Copa del Norte de África en 1942. Finalizada la guerra, en 1945, retornó a Francia para fichar por el Stade Français, que esa temporada se encontraba en Segunda División, y donde permaneció durante tres temporadas.

 

Ben Barek y el Atlético de Madrid

En un partido amistoso, en la primavera de 1948, que enfrentó en el Estadio Metropolitano al Stade Français contra el Atlético de Madrid, el juego de Ben Barek dejó una magnífica impresión entre los aficionados rojiblancos. Después de una larga negociación Ben Barek, con 34 años, aceptó la atractiva oferta y, junto al portero Marcel Domingo, fichó por el Atlético de Madrid. La marcha de la “Perla Negra” de Francia cayó como un jarro de agua fría, hecho que provocó que algún periodista titulará así la noticia: “vendan el Arco de Triunfo o la Torre Eiffel, no a Ben Barek”.

Junto a Juncosa, Pérez-Payá, Carlsson y Escudero formó la “delantera de cristal”. Los estadios españoles se llenaban para ver su habilidad con el balón en los pies y la excelente técnica individual de la “Perla Negra”. Disputó 123 partidos en las seis temporadas que permaneció en el Atlético de Madrid, en las que conquistó dos Campeonatos de Liga de forma consecutiva y la Copa Eva Duarte.

 

El ocaso de la “Perla Negra”

Por desavenencias con la directiva del Atlético de Madrid, en diciembre de 1953, abandonó la disciplina del equipo a mitad de temporada y regresó al Olympique de Marsella, donde permaneció dos años.

Ben Barek continúa su carrera en Argelia, en las filas del Union Sportive Musulmane Bel-Abbès, y tras dos breves experiencias en Marruecos, en el Stade Marocaine y en el Fath Union Sport de Rabat, en 1957 cuelga las botas. Con el fin del Protectorado francés y la consiguiente independencia de Marruecos, Ben Barek se convirtió en el primer seleccionador nacional de Marruecos.

A lo largo de su vida, siempre se sobrepuso a las adversidades, refugiándose en el fútbol, su gran pasión. El propio Pelé afirmó en una entrevista al ser preguntado por Ben Barek: “Si yo soy el rey, él es el dios del fútbol”. De haber existido la televisión hubiera sido una estrella mundial.

Larbi Ben Barek falleció en 1992, en Casablanca, donde descansan sus restos en el cementerio de los mártires. En su lápida se puede leer: “El difunto ‘El Haj’ (se denomina así a las personas que viajaron a La Meca) Larbi Ben Barek, La Perla Negra. Que Dios le guarde en su misericordia”.

 

 

De las cenizas del olvido

El documental “De las cenizas del olvido” se adentra en la vida Larbi Ben Barek de la mano su hijo Mustapha. Producido por el canal de televisión marroquí Arryadia y dirigido por los periodistas Abdelhadi Razko y Ahmed Madfai, fue grabado en las ciudades de Marsella, Toulouse, Ajaccio, París, Madrid y Túnez, cuenta con los testimonios de los exfutbolistas Michel Hidalgo, Just Fontaine, Raymond Kopa o Jaco Zafrani y periodistas como Pierre-Marie Descamps, Alain Pécheral o Gilles Castagno. La etapa rojiblanca de Ben Barek la recuerdan Ildefonso Martínez Ladrón de Guevara, Bernardo Salazar, Miguel Ángel Barroso y José Antonio Martín “Petón”.

De los dos capítulos de que consta el documental “De las cenizas del olvido”, el próximo 20 de noviembre a las 19.00 horas en Casa Árabe (Madrid), se estrenará el segundo de ellos, en el que se destaca el papel que desempeñó la figura de Ben Barek en los éxitos del Atlético de Madrid y la modernización del fútbol español. A continuación, se celebrará un coloquio sobre la figura de Ben Barek, moderado por José Luis de Acha, y en el que participarán Abdelhadi Razko; director del documental, Tarik Bennuna; vicepresidente de la peña atlética Ben Barek de Tetuán (Marruecos) y, los miembros de Los 50, Ildefonso Martínez Ladrón de Guevara y José Antonio Martín “Petón”.