Coraje y Corazón: Adelardo, una buena persona

 

Juan Pedro Valentín @JUANPEVA 

 

 

– ¿Cómo quieres que te recuerde la gente?

–  Como alguien que cumplió con su deber y como una buena persona.

Adelardo Rodríguez Sánchez siempre ha sido una buena persona y siempre ha cumplido con su deber con creces. Por eso, el viernes 18 de febrero Los 50 decidieron organizar un homenaje que suponía el segundo “Coraje y corazón” después del que recibió Griffa.

 

Tuve la suerte de conducir este acto y fue para mí todo un honor tener la oportunidad de compartir con un ídolo de la infancia tanta emoción y tantos recuerdos juntos al presidente de Los 50, Julio Ruiz, y otros dos compañeros, Luis Álvarez y Antonio Tejerina, memoria viva de la historia del Atleti.

El acto fue tan entrañable por la inmejorable organización de los miembros de Los 50 que cuidaron cada detalle para que todo saliera como estaba previsto: desde su comienzo a las 19:03, en recuerdo al nacimiento de nuestro club, hasta la presencia de las leyendas del Atleti haciéndose la foto con Adelardo al final del acto.

Todos los que estábamos implicados en este homenaje queríamos que Adelardo fuese el auténtico protagonista del acto y que nos contase sus vivencias y sentimientos como jugador, pero sabíamos que él siempre se sintió más cómodo delante de un balón que de un micro. Sin embargo, nos sorprendió a todos arrancándonos carcajadas y aflorándonos las lágrimas en varios momentos.

Para mí, el momento más emocionante por inesperado fue cuando nos contó que tras su retirada se sorprendió yendo con el coche al Calderón como si fuera a entrenar. Confesó emocionado que había sufrido una depresión profunda al dejar de ser jugador. El vacío de dejar de hacer lo que tanto te llenaba desde que eras pequeño.

Adelardo lo había dado todo hasta el último partido y ya no tenía posibilidad de hacerlo más. Pero ni él mismo sabía todo lo que atesoraba en su memoria y todo lo que aún podía seguir enseñándonos pese a que él mismo se impusiera que era hombre de pocas palabras. No le hicieron falta muchas para recordar cómo su amigo y compañero Luis le empezó a tratar de usted, para su asombro y también un disimulado enfado.

Tampoco tuvo que explayarse demasiado para contarnos cómo su padre, figura clave en su vida, le cogió del cuello y le sacó a entrenar el primer día que pisaba el Metropolitano porque él no sabía que tenía que saltar al campo: “Nadie me decía nada”. Desató las risas cuando dijo: “Si no viene mi padre a sacarme, todavía sigo allí esperando”.

Adelardo repasó sus primeros años (iba a entrenar en tranvía), cómo se ganó el corazón de los aficionados con su pundonor, cómo eran sus entrenadores, sus compañeros, sus contrarios… Todo lo acumulado después de 17 años en el Atleti, de 553 partidos (el que más ha jugado de nuestra historia) y 113 goles. Uno de los que guarda en la memoria con más cariño es el que le marcó al Celtic en el Calderón, según nos contó. Fue el 2-0, el gol que sellaba el pase a la primera final de la Copa de Europa para el Atleti y que vengaba el escarnio sufrido en Glasgow: “Nosotros dimos porque nos estaban dando. Teníamos que defendernos o no salíamos de allí”, recordaba Adelardo.

De aquella final de amargo recuerdo, Adelardo apuntó un detalle: él estaba marcando a Hoeness cuando el medio del Bayern se acercó a la banda a preguntar cuanto quedaba y el entrenador le dijo que estaba acabado, que se quedara en la banda ya. Lo demás ya es historia.

Como lo es también la copa Intercontinental que sirvió de alegría tras la decepción. “La que más ilusión me hizo levantar”, reconoció Adelardo. La copa no pudo faltar en su homenaje, por supuesto.

Recuerdo tras recuerdo, Adelardo fue emocionándonos a todos y terminó resultando que el homenajeado nos estaba dando más a nosotros que nosotros a él. Siempre fue así. Hasta en su día lo dio todo para entregarse a los demás. Hasta el último minuto. Hasta la última foto. Su humildad y su entrega por encima de todo. ¡Gracias leyenda!

 

Galería de fotos de la segunda edición de la conferencia “Coraje y Corazón”