El fútbol en general, y el Club Atlético de Madrid en particular, tienen un reflejo muy deficiente en el cine.
Ningún escritor ni cineasta español han sido capaces de reflejar tan bien la vida interior de un aficionado al fútbol, como Nick Hornby, en su “Fever Pitch” (“Fuera de Juego”), que hizo que no pocos atléticos nos hiciéramos un poco del Arsenal y nos viésemos reflejados en esa extraña pareja protagonista -que tan magistralmente interpretaron en el cine Colin Firth y Mark Strong- quienes, como tantos de nosotros, nunca acababan de saber dónde acababa el fútbol y dónde empezaba la vida.
Refleja el libro de Hornby, su propio día a día durante la temporada 88-89 en la que, tras 17 años sin conseguirlo, el Arsenal acabaría siendo campeón de liga, haciendo el más difícil todavía (ganar 0-2 al Liverpool en Anfield, en la última jornada), después de tirar por la borda una cómoda ventaja, en una sucesión de empates y derrotas inesperadas, ante rivales inferiores.
Es decir: Hornby escribió sobre el Arsenal, pero en realidad se estaba refiriendo al Atleti. El del doblete, por ejemplo. ¡O el actual! Y hablaba de sí mismo, pero también nos estaba reflejando a nosotros, en una nube mientras íbamos ganando jornada tras jornada, temiéndonos lo peor tras cada derrota y dejándonos llevar por el miedo y el fatalismo, en ese tan característico contraste nuestro, pese a que estamos genéticamente acostumbrados a ser campeones.
En nuestro cine, a falta de un Colin Firth o un Mark Strong que nos representen, compartimos con el Real Spórting de Gijón el honor de estar presentes en el primer Oscar de nuestro cine, logrado por D. José Luis Garci y su “Volver a Empezar”; pero mi preferido es el legendario Fernando Fernán-Gómez y su memorable papel, como la improbable estrella futbolística, Alejandro Paulovsky, en “El Fenómeno”, la magnífica película de D. José María Elorrieta, que también escribió el guión, conjuntamente con José Manuel Iglesias y Manuel Sebares.
La película es de 1956 y, Fernán Gómez interpreta a Claudio Henkel, un catedrático de ética alemán, que es invitado a pronunciar una conferencia en Madrid y, en el aeropuerto, es confundido con un famoso futbolista exiliado ruso, que acaba de fichar por un club español que, sin ser nombrado como tal expresamente, es el Atlético de Madrid.
Para todo atlético que se precie, y más aún si no tuvimos el placer de vivir esa época, son míticas las escenas rodadas en el Stadium Metropolitano, durante el descanso de un partido oficial y, por lo tanto, con seguridad, con más de un componente de Los 50 en las gradas, en las que “Paulovski” forma como uno más, junto a los jugadores reales de aquella plantilla del Club Atlético de Madrid, en la que destacaban Enrique Collar, Joaquín Peiró, Ramón Cobo, José Hernández, Miguel González. .. asistiendo al gol más imposible, de la historia del mítico estadio.
Es hilarante la sátira de Elorrieta, sobre la pasión por el fútbol, y sobre el contraste entre el tratamiento que merece un catedrático de filosofía, y una estrella de fútbol, a ojos de los años cincuenta del pasado siglo, aunque coincida milimétricamente con lo que sería la historia a día de hoy.
La película se adelantó a su tiempo; pues en el siglo XXI hemos conocido pocos jugadores del nivel intelectual del Sr. Claudio Henkel, pero sí hemos sufrido más “fenómenos” como Paulovsky de lo que estamos dispuestos a reconocer.
Francisco José Estévez Hernández @FranOmega