by Javier Laguna
Pasar, en apenas ocho meses, de ser equipo de Segunda división y con unas deudas que ponían en serio riesgo la supervivencia del club, a ser Campeón de Liga de Primera división y tener viabilidad económica en plena posguerra, es sin duda un caso extraordinario dentro de la historia del fútbol español. Y esto lo protagonizó nuestro Atleti hace ahora 75 años.
Cuando hace escasamente cuatro meses Los 50 decidimos embarcarnos en el proyecto de conmemorar la obtención de aquella primera liga de nuestro club, creímos que era de justicia repasar aquella etapa desde su origen, cuando en plena guerra civil se forma el equipo de Aviación que luego jugaría un papel tan decisivo en la historia rojiblanca y como, gracias al esfuerzo de unos cuantos, se superaron las enormes dificultades del momento para sentar las bases que permitieron alcanzar sensacionales logros deportivos y posicionar al club, desde entonces y hasta ahora, entre los más grandes del país.
Quién sabe si como paralelismo con la historia del nacimiento del Athletic-Aviación, la idea original de realizar una exposición conmemorativa de la primera liga del club fue modelándose a medida que se sumaban a ella personas y entidades, superando obstáculos e imprevistos, enriqueciéndose con aportaciones inesperadas, y finalmente ha fructificado en la exitosa inauguración de este pasado jueves 9 de abril.
Por la planta baja del Centro Cultural Eduardo Úrculo, hasta el día 25 de abril, el visitante puede darse un paseo por la base aérea de Matacán al inicio de la Guerra Civil, conocer las vicisitudes del gran Ricardo Zamora durante y después de la contienda, comprobar cómo el fútbol sorteaba las líneas del frente para seguir emocionando a los aficionados y cómo finalmente se produjo la fusión que dio origen a aquel legendario equipo, el Athletic-Aviación.
A través de los periódicos de la época, las fotografías de los protagonistas, las entradas de los partidos, los cromos de aquellos jugadores o incluso de sus fichas federativas repletas de curiosidades, puede uno transportarse en el tiempo y conocer mejor aquellos años, incluso como espectador privilegiado a través de las imágenes que se proyectan en el video de presentación de la exposición.
Es de agradecer, y así lo hicimos en el acto de presentación, la colaboración y total disposición que hemos obtenido por parte del Ejército del Aire y de la Junta de Distrito de Tetuán para poder poner en marcha este singular proyecto, y que ya metidos en faena y en justo homenaje a un distrito tan históricamente ligado al Atleti como es Tetuán decidimos ampliar con una pequeña muestra histórica de lo que fue y supuso para su ciudad, el Atlético de Tetuán, club vinculado desde su nacimiento a nuestro Atleti. Para ello hemos contado también con la inestimable ayuda del Centro Sefarad Israel y la Asociación La Medina.
Sólo con subir un piso del Centro Cultural se puede dar un pequeño salto en el tiempo y ver también una buena muestra de aquel equipo tan entrañable para todos los españoles que nacieron y vivieron en la capital del Protectorado Español de Marruecos.
Es, en definitiva, esta doble exposición un bonito recorrido por aquellos tiempos no tan lejanos bajo el hilo conductor de la historia del Atlético de Madrid, especialmente vibrante en los años en que fuimos “el equipo aviador”. Desconocida para muchos, olvidada por otros pero también inolvidable para algunos, como César uno de los primeros visitantes de la exposición:
“Yo esos periódicos ya los conozco. Los he tenido durante muchos años en casa porque mi padre los compraba. No todos… sobre todo cuando hacía un buen partido.”
El padre de César hizo muchos buenos partidos con el Athletic-Aviación, como aquel 26 de noviembre de 1939 en Valencia cuando se jugó la promoción de ascenso a Primera División entre el Osasuna y el Ath.-Aviación. Enrique Rubio aquella tarde marcó 2 de los 3 goles que nos devolvieron a Primera. Tal vez sin ellos esta exposición que acabamos de inaugurar nunca hubiese podido realizarse….
A buen seguro que durante estos próximos quince días no será el único, pero sólo la emoción reflejada en los ojos de César al contemplar esas fotos de su padre, hace 75 años alineado con sus compañeros de equipo, desde luego que bien merece el esfuerzo realizado por todos aquellos que, de un modo u otro, se han implicado en este proyecto. Enhorabuena.