La Copa del Presidente de la Federación Española de Fútbol de 1947: el cuarto de los treinta y tres títulos del Club Atlético de Madrid 

 

Fran Estévez @FranOmega
Secretario de Los 50

 

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Recientemente reivindicamos, a través de las redes sociales, una realidad: que el Club Atlético de Madrid sólo ha ganado dos Supercopas de España con tal denominación, cosa que desgraciadamente no ha cambiado en el exilio forzoso de Jeddah pero que, en realidad, son cuatro las que lucen -o deberían lucir- en nuestro Museo, contando de modo indubitado con la Copa de Campeones de 1940 y la Copa María Eva Duarte de Perón, de 1951. 

Como es natural, dado que fue cofundador de Los 50 y nuestro primer presidente, D. Bernardo Salazar Acha es fuente preferente y, respecto a la oficialidad de la Copa de Campeones, dejó claro que:  

«El proyecto de que los campeones de Liga y Copa se enfrentasen en un partido al finalizar cada temporada fue aprobado por la Federación Española de Fútbol, presidida por Leopoldo García Durán, en la Asamblea de 1936, pero no pudo llevarse a cabo por el estallido de la Guerra Civil. La vieja idea resucitó al finalizar la temporada 1939-40. Había resultado campeón de Liga el Athletic-Aviación Club y campeón de España el Real Club Deportivo Español. Se denominó ‘Copa de Campeones’ y el trofeo se adjudicó al vencedor del doble choque entre ambos equipos»

Así lo dejó escrito, en nuestra propia web.

Así que pocas dudas debemos tener al respecto, pues ambas fueron competiciones oficiales que disputaron los Campeones de Liga y Copa y, como sucede con otras, como la mismísima Copa de España, cuya denominación ha cambiado según el régimen político imperante, no es tanto el nombre, como el concepto, lo que cuenta. 

Por ejemplo, lo tienen claro los aficionados de ese otro club grande de Madrid, cuando presumen (sin cesar) de haber ganado trece veces la misma competición cuando, en realidad, bastante poco tiene que ver la Copa de Europa en sus orígenes, con la actual Champions League. 

Sin embargo, es un torneo único en su especie y casi totalmente desconocido y olvidado, el que motiva este artículo, nacido a partir del diálogo mantenido en twitter, con D. Gerardo Gilsanz, quien introdujo en el debate la Copa del Presidente de la Federación, finalizada el 14 de septiembre de 1947, con una victoria del Atlético de Madrid frente al Valencia (4-0), que convirtió a nuestro club rojiblanco en Campeón. 

Lo increíble de dicha Copa, que al principio se denominó “Copa Clasificados” y fue popularmente conocida como “Trofeo de los Cuatro”, es que había comenzado a disputarse … ¡en 1941!. 

Escribió Alfredo Relaño, en su artículo “El Trofeo de los Cuatro duró 6 años”  que, aquel torneo, había empezado a gestarse el 12 de enero de 1941, cuando España jugó un amistoso en Lisboa (2-2), y el presidente de la Federación Luis Saura del Pan, sugirió a su homólogo portugués organizar un torneo, al final de las respectivas ligas, entre los cuatro mejores equipos de cada país, bien por sistema de liga o de eliminatorias. Se llamaría Copa Ibérica y estimularía la relación entre el fútbol de los dos países en unos tiempos en los que, por la Guerra Mundial, era casi imposible tener contactos internacionales. 

Sin embargo, la inicial buena disposición de los portugueses no llegó nunca a concretarse y, como la Federación Española ya había organizado el calendario, dejando seis domingos libres entre la Liga y la Copa, que en aquellos tiempos se disputaban la una a continuación de la otra, ideó un torneo entre los Campeones de Liga (Atlético Aviación), de Copa (Valencia CF) y los dos siguientes clasificados en la Liga (Athletic Club Bilbao y FC Barcelona). 

Como recuerda Relaño: El sistema era una liguilla entre los cuatro, así que habría tres partidos en cada campo, con las mismas reglas de la Liga y con intervención del Comité de Competición. Oficialidad y máximo rigor. Las fechas fijadas fueron los domingos 6, 13, 20 y 27 de abril y 2 y 9 de mayo. 

En su artículo “Los títulos olvidados del Atleti”, el periodista Ricardo Uribarri cita como fuente a Mundo Deportivo para recalcar su oficialidad: «El torneo proyectado ha tomado cuerpo definitivamente y se afirma que la Federación Española de Fútbol, en el buen deseo de dar facilidades a los clubes que actúan bajo su tutelaje, da carácter oficial a la competición y establece para la misma las normas que rigieron el Campeonato Nacional de Liga, incluso con intervención del Comité de Competición, que se regirá por las mismas disposiciones reglamentarias que marcaron la pauta en aquel torneo«. 

El campeonato se disputó y, a falta de un solo partido, el Valencia tenía 7 puntos, Atlético y Athletic, 6, y el Barça, 3.  

Por lo tanto, el Atlético -Valencia se convirtió en una Finalísima -aunque a los chés les valía con el empate- de cuyo resultado dependía el equipo que se proclamaría campeón. Pero como ya tenía que empezar la Copa, el partido quedó aplazado. 

Lo increíble del caso, es que ninguno de los dos clubes encontrara fechas para disputarlo. La cuestión iba camino de quedarse en el olvido; pero llegó a la presidencia de la Federación el Sr. Muñoz Calero, a quien le pareció una vergüenza tener ese torneo inconcluso, después de más de seis años, y exigió la disputa del partido que faltaba. 

Don Armando Muñoz Calero, por cierto, sería años más tarde Vicepresidente del Club Atlético de Madrid en los años setenta,durante la primera presidencia de D. Vicente Calderón. 

Así llegó el 14 de septiembre de 1947, cuando se jugó el Atleti-Valencia en el Estadio Metropolitano. 

¿De qué “Atleti” estamos hablando?. Pues aquí nos encontramos con otra circunstancia, que hace aún más peculiar la conquista de este Título. 

Como ya sabemos, durante la Guerra Civil (1937) se había creado el Club Aviación Nacional, que incluso llegó a disputar la Copa del Generalísimo de 1939, formado por futbolistas pertenecientes al Ejército del Aire y, como una vez finalizada la contienda quería disputar la Liga, sin necesidad de inscribirse en Regional, sus intereses encajaron perfectamente con los de un Athletic Club de Madrid que atravesaba una crisis económica, social y deportiva muy profunda. 

Nació así el Athletic-Aviación Club el 4 de octubre de 1939, no como fusión entre los clubes originarios, sino como un cambio de denominación de la institución madrileña, que incorporaba el emblema de Aviación Nacional a su escudo y mantenía los colores rojiblancos. Un Decreto de 1940, que prohibía los anglicismos en las denominaciones, obligó al cambio de nombre, por el de Club Atlético Aviación.  

Pero el Ejército del Aire solicitó su desvinculación con el mundo del fútbol y, más de siete años después de su incorporación, desaparecían las alas de nuestro escudo, disputándose el primer partido, ya como Club Atlético de Madrid, el 6 de enero de 1947. 

En consecuencia, el club disputó como Club Atlético Aviación, todos los partidos de esta Copa del Presidente de la Federación menos uno, el definitivo, por lo que se convirtió en el primer Título obtenido bajo la denominación de Club Atlético de Madrid

Según registra Bernardo Salazar en su obra “Cien Años del Atlético de Madrid”, el equipo rojiblanco formó con: Pérez; Riera, Aparicio; Mencía, Arnau, Cuenca; Juncosa, Vidal, Silva, José Luis y Basabe. El entrenador era Emilio Vidal Llanes. 

La liza se deslizó tranquila y sencilla, con la superioridad rotunda de los victoriosos y una indiferencia burocrática de los derrotados, escribió para el ABC de 16/9/47 el cronista “Juan Deportista” quien, tras varias soflamas elogiosas al juego que, por aquellos entonces, practicaban el Torino o el San Lorenzo de Almagro, que en su opinión, y seguro que en la de más de un espectador, debería emular España cuanto antes, acababa subrayando la ovación del público al Campeón como merecida, porque los rojiblancos, además de ganar, habían exhibido un conjunto remozado, del que pueden esperarse los mejores frutos

Como queda dicho, el Atleti venció con un contundente 4-0, merced a sendos dobletes goleadores de Basabe y Silva; dándose la circunstancia de que el único jugador que permanecía en la plantilla desde el inicio del Torneo, de entre quienes se alinearon aquél día, el gran capitán Alfonso Aparicio, fue quien recogió la Copa de manos del reseñado presidente de la Federación Española de Fútbol, Don Armando Muñoz Calero.  

En la actualidad -cuenta mi cofrade en Los 50, Javier Laguna- el trofeo se encuentra expuesto en el Museo de la RFEF, en su sede de Las Rozas. 

Aquella delantera, Juncosa, Vidal, Silva, José Luis y Basabe, fue una especie de primer boceto de una línea legendaria en la historia del fútbol español, ni más ni menos que “La Delantera de Seda” que, con los tres primeros, Juncosa, Vidal y Silva, compusieron Campos y Escudero … sólo dos meses después, cuando el Atleti ganó 5-0 al Real Madrid el 23 de noviembre, y un ex jugador madridista, Úbeda, convertido en crítico futbolístico del Diario Pueblo, bautizó así a la delantera, debido a su virtuosismo y eficacia. 

Como en el caso de la mencionada Copa de Campeones, sólo se disputó una edición de la Copa Presidente de la Federación Española de Fútbol, por lo que el Club Atlético de Madrid es el único club que posee estos dos trofeos

Resulta más discutible considerar esta Copa, como un precedente real de la Supercopa de España. Tal vez, hasta este año, hubiéramos sido concluyentes al negarlo, teniendo en cuenta que la Supercopa, como la Copa de Campeones y la Eva Duarte, sólo la disputaban los campeones de Liga y Copa -o a veces el subcampeón de esta última, si el mismo club se adjudicaba los dos títulos- pero lo cierto es que, el actual formato que se acaba de inaugurar, entre los días 8 y 12 de enero de 2020, ciertamente coincide en parte, aunque haya resultado más viable el actual sistema de semifinales y final, que aquél de liguilla. 

A pesar de todo, nos seguimos decantando por la opción de considerarlo como un torneo único en su especie, aunque tan sólo sea por su inconcebible duración, ajena por completo al concepto de competición corta, propio de la Supercopa. 

Es más importante recalcar que, en mi opinión, que coincide con la de los citados Bernardo Salazar y Ricardo Uribarri, no existen motivos reales que justifiquen que, tanto la Copa de Campeones, como la Copa María Eva Duarte de Perón, como esta Copa Presidente de la Federación Española de Fútbol, no figuren como títulos oficiales reconocidos por el propio Club, en nuestro palmarés. 

Como queda dicho, el Atleti es el único que puede registrar dos de ellos, como exclusivo Campeón, pero respecto a la Copa Eva Duarte, disputada entre las temporadas 1946-47 y 1952-53, se da la circunstancia peculiar de que el Real Madrid C.F. no la incluye, como tampoco el Valencia C.F., mientras que sí lo hacen el F.C. Barcelona y el Athletic Club Bilbao. 

Humildemente, considero más lógica y natural la actitud de nuestros hermanos de sangre de Bilbao, así como del Barça dado que, como competiciones oficiales que fueron, deben formar parte del Palmarés del Club Atlético de Madrid, y deben exhibirse en su Sala de Trofeos o Museo, exactamente igual que los demás títulos.  

La Copa Presidente de la Federación Española de Fútbol de 1947 fue el 4º de los 33 que ha ganado nuestro club, además de los campeonatos regionales (5).  

Ni uno más, ni uno menos.