Las mentiras sobre el Atlético Aviación: El equipo del régimen

 

by Victor Hegelman

ATLETI - Plantilla 1939-40Muchos son los que comentan o acusan directamente al Atlético Aviación de haber sido el equipo del gobierno franquista, poniendo en tela de juicio cualquier logro conseguido por el Atlético en la posguerra sin aportar el más remoto argumento contrastado. Y no es este un mal que azota sólo a los indocumentados interneteros y comentarías de grito y descalificación en tertulia. Algunos presuntos historiadores (o como les llama Bernardo de Salazar, “historietadores”) se lanzan sin paracaídas al terreno de la malintencionada sugerencia. Así, mendaz y cobarde, se muestra Carlos Fernández Santander: “Curiosamente o no, la Liga y la Copa han sido en este primer año para dos equipos de clara significación pro-régimen: el semi-militarizado Atlético Aviación (sic), que de estar descendido a Segunda ha pasado a campeón de Primera, y el Español, representante de las esencias españolas en Cataluña”. En una línea muy similar proclama Duncan Shaw: “no es sorprendente que el Atlético Aviación (sic) ganase las dos primeras ligas después de la guerra civil; quizá lo es más que el apoyo oficial no le ayudase a ganar más trofeos antes de recuperar su independencia y su nombre original en abril de 1946(sic)”. Es decir, sugerencias, elucubraciones, ataques velados, sin pruebas de ningún tipo, tan sólo intuiciones que a buen seguro serán muy bien aceptadas por la generalidad blanca.

Vamos a tratar de repasar un poquito la historia (lo que ni los “historietadores” ni los mentirosos directos han tenido la decencia de hacer) y vamos a intentar ver hasta dónde llegaban para el Atlético esas presuntas ventajas que podían conducir a considerarle una especie de “Steaua ibérico de los 40”.

Agradezco sinceramente a Fernando Sánchez su desinteresada colaboración en la redacción de este artículo.

Lo cierto es que llamaban al Atlético Aviación en los primeros 40 el “equipo de los millonarios” (así lo atestigua el gran defensa Aparicio), aunque no precisamente por tener millones en el banco. La participación en su dirección del Ejército del Aire le otorgaba algún privilegio como uso ilimitado de vehículos y gasolina en sus desplazamientos, y el derecho de elegir a cualquier jugador que sirviese en el Ejército del Aire, con opción sobre los del Ejército de Tierra (medida que puede sonar interesante, pero que a la hora de la verdad resultó muy poco eficaz). Además, como otras tantas entidades dependientes del Ejército, recibió una subvención del ministro general Yagüe. No fue, de todas formas, el equipo colchonero, el único club de fútbol en recibir en los 40 ayudas estatales, pero ese es otro tema.

No hay que dudar, en cualquier caso, que los “cables” recibidos por los aviadores eran interesantes sobre todo en unos tiempos en los que España estaba en ruinas. De hecho la ventaja de los desplazamientos en vehículos militares no era cosa baladí, ya que las condiciones en las que viajaban otros equipos (muchos en trenes regulares y no precisamente en primera) eran sin duda más complicadas.

Bien, el Atleti no era rico, pero sí “económicamente viable”. Pregunto sin respuesta: ¿es eso motivo suficiente como para considerar que ganó dos Ligas gracias al poder fascista? Sigamos.

Se habla también de la influencia del equipo aviador de cara a mover los hilos en la Federación. Una vez descartado cualquier tipo de beneficio a la hora de acceder a un puesto en la máxima categoría nacional (ver anterior artículo sobre su derecho a jugar en Primera), tan sólo hay una referencia en la que no se demuestra un trato de favor, pero sí un cierto peso rojiblanco a la hora de recabar apoyos oficiales a favor de sus intereses. Estoy hablando en particular del caso del pase del cántabro Germán del

Racing al Athletic-Aviación Club tras la guerra. (Se consiguió el acuerdo a cambio de camión). Y es que las intensas gestiones del directivo rojiblanco Cesáreo Galíndez contaron con la inestimable mediación de la Federación Castellana de Fútbol. Y nada más. Defendieron los intereses de uno de sus clubes frente a los de un club de otra federación regional. Conforme a la ley y sin, por ejemplo, adaptar o modificar normas con urgencia para que pudiesen entrar jugadores en nuestra Liga en clubes poderosos. Hablo de los casos de Kubala en el Barça y Di Stéfano en el Madrid (aquello sí que era tirar de influencias…). Sigamos.

Atleti - Betis 1940

Me pregunto: si el Athletic-Aviación Club era el equipo del Gobierno, ¿cómo se explican sus dificultades para tener un campo propio tras la guerra? Me explico. Con el Metropolitano destruido al Athletic le quedaba la opción de Vallecas, sin embargo, el campo vallecano, según Salazar, era de tierra lo que impedía de acuerdo con las normas federativas que se pudiese utilizar para albergar partidos de Primera. Tocaba replantar, lo cual supuso que los aviadores no dispusiesen de su propio estadio (su segundo estadio, ya que el Metropolitano se estaba reconstruyendo con bastante parsimonia por sus dueños) hasta la última jornada de Liga. Ante tal situación tuvieron los rojiblancos que solicitar al vecino Madrid que le cediese su campo de Chamartín para los partidos locales atléticos. Los blancos aceptaron si bien con la condición de que sus socios entrasen gratis a todos los partidos de los rojiblancos. Durante toda la temporada los jugadores del Athletic-Aviación Club sufrieron las iras y abucheos de los hinchas madridistas que animaban ruidosamente un domingo sí y otro también a los rivales de los colchoneros, fuesen cuales fuesen. La situación llegó en ocasiones a enfrentamientos entre los jugadores voladores (presuntamente locales) y el público merengue, lo cual llegó a suponer sanciones para los contrariados jugadores (p.e. Elícegui y Blanco tras partido contra el Betis en Chamartín recibieron multas de 100 pesetas por sus gestos groseros al iracundo “respetable”). Tan patente era el ambiente hostil que tenía que soportar el Athletic (meses después Atlético) en sus enfrentamientos caseros que la Federación Castellana llegó a condenar (sin sanciones, eso sí) tal situación. Así decía un extracto de una de sus notas: “Este apasionamiento de alentar al tercero en discordia cuando su triunfo no beneficia ni indirectamente al nuestro y la hostilidad al equipo de casa en beneficio exclusivo del visitante, infiere grave daño al fútbol regional (castellano)”.

Me pregunto de nuevo: para ser el equipo del Gobierno fascista no parecía que todas las cosas estuviesen demasiado fáciles, ¿no?

Ricardo Zamora en 1943

 

Otros episodios puntuales tampoco parecen avalar la teoría del equipo gubernamental. Hablo del oscuro y sorprendente encarcelamiento de su entrenador Ricardo Zamora en el año 40 como consecuencia de haberse ausentado de España saliendo de la zona roja más tiempo del que permitía la ley durante la guerra (dos meses). Esa es la versión oficial. La oficiosa y publicada así en algún periódico de la época era que le encerraron “por rojo” o más claramente por ser amigo de rojos, que para el caso en aquellos años venía a ser lo mismo. Zamora durante seis meses tuvo incluso que abandonar su cargo de entrenador.

Sorprende por tanto ver cómo en este caso el Gobierno franquista actuó con mano de hierro y dudosa justicia contra su “presunto equipo”.

¿Y en el campo cuáles eran los beneficios? Como digo, mucho se comenta sin argumentos las posibles ayudas a favor del Atlético Aviación para ganar dos Ligas. Lo cierto es que ambas las ganó el Atleti, como diría Maradona, “cagando”, sufriendo conforme a su historia. Incluso en la primera los jugadores terminaron su último partido pensando que no habían ganado el campeonato ellos sino el Sevilla que jugaba en Alicante e iba ganando. Sólo una llamada minutos después les confirmó, para su sorpresa y alegría, que el Hércules había conseguido empatar al final dándoles el título. En el siguiente año también ganaron en la última jornada, si bien esta vez dependían de sí mismos. Mucho suspense me parece para tratarse de Ligas ya asignadas de antemano…

ATLETI .- Campeón Liga 39-40

De hecho, si eran los gerifaltes fascistas los que asignaban los campeonatos, ¿por qué no ganaron los aviadores las Copas del Generalísimo y las siguientes Ligas para mayor gloria del Movimiento? Lo cierto es que siendo de Aviación el Atleti no volvió a ganar ningún título siendo los campeones de las cuatro Ligas siguientes Valencia, Atlético de Bilbao, Barcelona y Sevilla.

¿También eran clubes fascistas apoyados por el régimen o, “casualmente” estos sí ganaron en buena lid? Incluso en esta época hubo dos temporadas (42-43 y 45-46) en las que el Atleti sudó la gota gorda para mantener alejada la promoción. ¿No decían que ganaba por decreto? ¿Qué hacía metido en estos “fregaos” destinados sin duda para equipos de “rojos”?

En fin, muchas tonterías se han dicho sobre el Atlético Aviación y casi todas sin ningún tipo de documentación, tirando del hispano “difama que algo queda”.

¿Por qué entonces ganó las dos Ligas siguientes a la guerra el Atlético? Traigo aquí unas palabras de Francisco Vives, primer presidente del Athletic-Aviación Club dando su opinión sobre tal extremo:

“El Atlético Aviación resultaba ser fácil de llevar, pues al ser, militares o asimilados sus jugadores, no cabían discusiones de ninguna clase y la disciplina resultaba algo innato con sus ocupaciones diarias”. “Con la fusión se hermanaron el Ejército del Aire y el Atlético de Madrid, de tal modo que las primeras estrellas del Atlético Aviación (sic) serían los Germán, Vázquez, Campos, Aparicio, Arencibia… procedentes de soldados de Aviación. Se puede constatar igualmente, mediante documentos oficiales de la época, que los mandos del Ejército del Aire dieron difusión entre sus componentes acerca del Atlético Aviación para que aquellos que voluntariamente quieran cooperar al engrandecimiento del deporte, se inscriban como socios de este club, que funciona bajo los auspicios del Ejército del Aire […] El equipo se movía en autobuses del Ejército del Aire. Todo se hacía bien y los resultados eran perfectos”.

Vamos, que ni una crónica y ni una prueba de mafias, robos u otras conductas arteras a favor de los aviadores. En esta serie de tres artículos están (muy resumidos, eso sí) los hechos. El que quiera, que siga inventando o mintiendo, y el que no, que lea y se documente. Gracias.