by Victor Hegelman
En una de esas tertulias futbolísticas entre atléticos, tan frecuentes en estas épocas, donde las preguntas más repetidas son ¿a quién ficharías? o ¿a quién te cargarías de la plantilla actual?, quiero traer aquí una reflexión compartida en aquella conversación con cañas.
Uno de los contertulios preguntaba qué tipo de jugadores son los que busca o mejor dicho, interesan a Simeone en su plantilla. Otro colchonero, rojiblanco de tronío y antigüedad, me habló de líderes. El Cholo quiere tener representantes de su propio liderazgo en el campo. Suena bien. A titular periodístico.
Pero, qué es el liderazgo? Según la Wikipedia, ese compendio democrático (y algo facilón) del saber popular, el liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos.
Definición muy de corte empresarial, que traducida a un once sobre el césped, y en lenguaje castizo, se refiere al que “parte el bacalao”.
Mi pregunta es, ¿a quién podríamos identificar como líder en el Atleti actual? Y otra, ¿cuál es el tipo de liderazgo que buscaría el Cholo en los jugadores, partiendo de la base de que si hay un liderazgo indiscutible ese es el suyo?
Decía Hoffer que hay tantos tipos de liderazgos como líderes en el mundo. Cada líder tiene su forma de influenciar en los “liderados”, así como lo que es liderazgo para unos, para otros no lo es.
Si hablamos de liderazgo en la plantilla atlética, yo empezaría, de abajo a arriba, por Godín. Su simple presencia genera en la defensa un orden táctico y un compromiso en el esfuerzo. El uruguayo marca los tiempos, tira las líneas y dirige la presión en la última línea. En ataque, en las jugadas a balón parado, siempre se postula como una de las dos o tres opciones más solventes, hasta el punto que sus compañeros, casi de forma inconsciente trabajan para él en la lucha por la posición.
Me preguntan también por el liderazgo de Juanfran, pero este más que un líder sería un referente en cuanto a las ganas y al esfuerzo, así como en su habilidad e inteligencia para cubrir todo el camino de la banda derecha, combinando jugadas casi de memoria con sus compañeros, principalmente con Arda y Tiago. Además, es el hombre que se deja el alma, que sabes que siempre va a estar ahí, en el apoyo defensivo y el desmarque en la carrera hacia el gol. Te hace sentir mal si no peleas, pero su influencia directa en la actuación del resto de la línea defensiva es muy limitada.
En el medio del campo hay un jugador que despunta sobre todos a nivel organizativo. Tiago. El portugués, pese a las limitaciones derivadas de su edad, posiblemente sea el jugador con más sentido táctico sobre el campo. Su liderazgo viene por la aportación de equilibrio, de pausa, de un punto central de referencia sobre el que basculan la práctica totalidad de las acciones del equipo. Salida del balón y repliegue inteligente. El equipo funciona mejor cuando él está, y es ahí, en esa calidad de líder, donde ha “comido la tostada” a Mario Suarez, un jugador más joven y con mejores prestaciones de base, pero muy rara vez un referente en la ordenación de juego.
Gabi fue algo parecido a Tiago (o mejor dicho, fue un Tiago corregido y mejorado) en el año anterior, cuando fue de largo el mejor mediocentro de la Liga. Este año, sin embargo, ha desaparecido de esa función de líder en cuanto al juego, y se ha mostrado perdido en demasiados partidos. Conserva, eso sí, el liderazgo carismático del capitán responsable de todos, pero en cuanto al fútbol en sí se ha diluido.
Y ahora que hablamos de líderes carismáticos, cerremos con una terna de ellos.
Koke es la estrella, el referente de la casa. La estrella de corazón atlético. Su liderazgo es más de cara a la grada que por su influencia real en la ordenación del juego. Esta falta de influencia global viene determinada por la posición que Simeone le da en el campo. Pegado a la banda, y con Siqueira detrás, su clase, ya sea moviendo el balón o con este parado, además de su gran llegada, le hacen un jugador importantísimo, pero rara vez un referente en la construcción del fútbol del Atleti. Funciona si funciona el equipo, pero él no es el motor. Eso sí, cuando hay una jugada a balón parado, todos le miran a él. No es líder en la construcción, pero sí en esta suerte. Parece, en cualquier caso, que el Cholo cambiará su posición este año, dándole los galones que su evolución necesita.
Y Arda… ¿Es un líder? Arda está como un cencerro, y como tal, poco liderazgo organizativo puede tener. Sin embargo, su tremenda conexión con la grada y el miedo a la genialidad que despierta en sus rivales, le convierten en pieza clave, capaz de levantar un partido, más por contagio de locura y talento innato que por razones más colectivas. Arda es un icono para el aficionado, y como tal una referencia indiscutible. Es el artista que pinta cuadros bellísimos, hace esculturas maravillosas, pero no es ni será el arquitecto que levante edificios.
Finalmente, Fernando Torres. Ha sabido perfectamente asumir su rol integrador en la última fase de su carrera. Como Gabi, no es una cuestión de juego (aunque no olvidemos que ha marcado los goles que han llevado al Atleti a la tercera plaza cuando todos estaban secos), sino de capitanía. Liderazgo carismático y emocional. Transmite y motiva. Es lo principal que se espera de él y lo cumple. Un capitán.
Y poco más. Los demás se distribuyen entre esforzados obreros, buenos jugadores y algunos incluso muy buenos. Pero asumen su papel como parte del engranaje del Cholo. Piezas en la máquina. Esperan instrucciones y las ejecutan. Y el que no lo hace se queda fuera.
Por eso quizás, podemos decir que Diego Simeone lo primero que busca son jugadores con talento y esforzados. Técnica y fuerza. Las dos cosas al mismo tiempo. El liderazgo, esa función tan importante pero tan difusa, es algo que se construye con el tiempo. No basta con que creas que lo tienes. Te lo tienen que reconocer tus compañeros. Jugando. Ganando. Peleando como el mejor.