Javier Laguna y Fran Estévez, de la Asociación Los Cincuenta
Durante estos días, hemos podido leer opiniones divergentes sobre un hecho histórico que está a punto de suceder, cuando Jorge Resurrección “Koke” consiga batir el mítico récord de partidos disputados con la camiseta del Club Atlético de Madrid que, desde su retirada al finalizar la temporada 1975-76, Adelardo Rodríguez dejó establecido en 553.
Dicha cifra, que corresponde a los partidos oficiales, ha sido establecida de un modo que consideramos irrefutable, revisando durante muchos meses los archivos del Club, y con la intervención de muchas personas, entre ellas varios componentes de esta Asociación Los Cincuenta. Y, por ello, así consta en la placa que forma parte del actual Paseo de los Centenarios del estadio Metropolitano aunque, en el caso concreto de Adelardo, evidentemente hablamos de una LEYENDA, con mayúsculas.
Según parece, la diferencia de criterio que mantienen, un conocido periodista y algunos colectivos del mundo atlético, para quienes Koke ya ha batido la marca de Adelardo (que establecen en quinientos cincuenta partidos), radica en el carácter oficial, o no, de un Torneo que el Atleti disputó en 1968, denominado indistintamente “Copa Internacional” o “Copa Rappan”, que fue precedente de la “Copa Intertoto”.
Durante aquellos años, los torneos continentales principales eran la Copa de Europa, la Recopa y la Copa de Ferias, que muy pronto se convirtió en Copa de la UEFA. Pero entonces nació la “Copa Internacional de Fútbol”, conocida en sus inicios como “Copa Rappan” así llamada por Karl Rappan, exjugador que se hizo famoso como inventor del verrou o catenaccio, cuando fue seleccionador de Suiza.
Rappan fue el autor de la idea de crear una competición, para los clubes que no tuvieran acceso a las tres competiciones europeas; y obtuvo el apoyo de Ernst Thommen, federativo suizo y empresario de apuestas, así como del sueco Eric Persson, que ya antes había sido creador de la Copa de Ferias. La verdad es que se unieron un aspecto romántico, el sueño de Karl Rappan de que hubiera partidos de máximo nivel en los meses de julio y agosto, con el puro interés económico; pues Thommen vio la oportunidad de seguir ganando dinero con las apuestas deportivas, también en verano.
Thommen, además, era vicepresidente de la FIFA y utilizó sus influencias, para que la UEFA diera luz verde al proyecto, cosa que sucedió en 1961.
Es decir: como no podría haber sido de otra manera, el Torneo no nació hasta que FIFA y UEFA dieron su consentimiento, argumento definitivo éste, más allá de que la UEFA no fuese directamente la organizadora, aunque sí se la requería para sancionar los temas disciplinarios graves que pudieran ocurrir durante el torneo, hasta 1995; cuando la Copa Internacional pasó a denominarse “Intertoto” y la confederación europea quiso darle relevancia, premiando a los campeones con el acceso a la Copa de la UEFA.
Quienes recuerdan aquél primer torneo, o vivimos directamente la participación del Atleti en el segundo, pese a que en una ocasión fuese el vehículo para nuestro regreso a la Copa de la UEFA, tras muchos años de ausencia de Europa … Lo recordamos como algo prescindible, irrelevante, carente de alicientes y, en definitiva, nadie derramó una sola lágrima cuando, en 2007, desapareció del panorama futbolístico internacional.
Pero no es de su relevancia, sino de su oficialidad, de lo que hablamos. La prensa, en aquel entonces, publicó titulares del tipo: «Nace el cuarto torneo continental» o “Paso a un nuevo torneo de categoría”. Eran partidos con todo el tratamiento oficial y el Club Atlético de Madrid participó en el mismo, única y exclusivamente, durante aquél año.
En la temporada 1967-68, el Aleti fue 6º en Liga y el RCD Español fue 9º. Como recuerda Alfredo Relaño en El País, ambos clubes participaron en la Copa Internacional, y al Atlético le tocó compartir grupo con el Torino y el Ajax, bajo el sistema de liguilla, con partidos de ida y vuelta.
Desde sus inicios y, al contrario de lo que sucedería después con la Intertoto, esta competición se había abierto a clubes clasificados para las otras tres competiciones continentales y, de hecho, durante esa temporada 1968-69, el Ajax no sólo participó en la Copa de Europa, sino que fue subcampeón de la misma; el Torino disputó la Recopa y, el propio Atleti intervino en la Copa de Ferias.
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Así lo narraba al diario Marca, orgullosamente, D. Mariano Romero, vicepresidente del Club Atlético de Madrid, tras participar en la Asamblea que puso en marcha la competición en Zurich, consagrando la oficialidad y seriedad del torneo, como figura en la imagen que adjuntamos.
La primera jornada se celebró en el Estadio del Manzanares, ante 15.000 espectadores, el 1 de mayo de 1968, y el Aleti ganó 2-1 al Torino, con dos goles de Pastor, un jugador que no volvería a jugar ningún otro partido oficial con nuestro equipo, pero formó en un once que completaron: Rodri, Martínez Jayo, Calleja, Griffa, Iglesias, Glaría, Adelardo, Irureta, Hernández y Cardona, con Ufarte saliendo en el segundo tiempo. Era entrenador el mítico exjugador Miguel González “El Palmero”.
La jornada 2 se celebró el 14 de agosto, en el De Meer Stadion de Amsterdam, ante 20.000 espectadores, y el Atlético perdió 2-0, pese a volver a salir con todo, Gárate, Adelardo, Luis, Collar … incluidos, frente a un equipo que ya dirigía Rinus Michels, y tenía en sus filas a Cruyff (que no jugó por lesión), Vasovic, Hulsoff Muller, Haan, Keizer… anunciando al gran Ajax que reinaría en Europa pocos años después y, como se ha dicho, fue subcampeón de la Copa de Europa 1968-69.
El 4 de septiembre, el Atleti perdió todas sus opciones en el histórico Stadio Grande Torino, sufriendo un contundente 5-2. Fuimos con todos los titulares -Zubiarrain, Paquito, Calleja, Griffa, Iglesias, Adelardo, Luis, Irureta (Martínez Jayo), Gárate, Ufarte y Collar- y cargados de moral tras ganar el Carranza, pero fue expulsado Griffa, el equipo se hundió, y los goles de Luis y Ufarte fueron insuficientes.
Y pese a no haber ya nada en juego, el Estadio Manzanares registró una gran entrada (25.000 espectadores) para asistir a la despedida del torneo, el 23 de octubre, con un gol de Irureta que sirvió para empatar 1-1 con el Ajax. Adelardo no disputó aquél partido en el que, como curiosidad, y como había sucedido con el mencionado Pardo, el ariete Manolo Clares, hijo de un querido empleado del Club y que luego triunfaría en el Barça de Cruyff, disputó su único partido oficial de rojiblanco.
El historiador Bernardo Salazar, cofundador y primer presidente de esta Asociación Los 50, hace constar en su Historia del Club Atlético de Madrid, publicada por el Diario As, lo siguiente: “La vieja Copa Rappan se institucionaliza por la UEFA como nuevo torneo europeo y el Atleti queda encuadrado en un grupo con Torino y Ajax”.
Posteriormente declararía: “La UEFA tardó en reconocerlo y no autorizó su disputa hasta que FIFA lo apoyó pero, cuando se jugaron, eran partidos oficiales sin ninguna duda».
La Copa Internacional de Fútbol fue una competición oficial, continuadora de la Copa Rappan, que inicialmente apadrinó la Federación Suiza, afiliada a UEFA, con permiso de FIFA y UEFA y cuyo Comité Ejecutivo estaba compuesto por representantes de un total de once Federaciones nacionales (todas afiliadas a UEFA) y la documentación que acredita la participación oficial del Atleti en ese torneo, consta en los archivos del Club. Aunque no fue un torneo UEFA hasta que se renombró como Intertoto, fue tan oficial como lo fue la Copa Latina (en la que nuestro Aleti fue tercero en 1950 y en 1951), que organizaban las Federaciones de España, Francia, Italia y Portugal, antes de existir la UEFA, creada en 1954.
Como queda dicho, nuestra Leyenda Don Adelardo Rodríguez, disputó tres de los cuatro partidos jugados por el Club Atlético de Madrid y, en consecuencia, son incuestionables sus 553 partidos oficiales con la rojiblanca, como consta en los archivos del Club, como figura en su placa y como, a Dios gracias, pudimos reconocerle recientemente con una camiseta, cuando tributamos homenaje a su Coraje y Corazón, el pasado 18 de febrero de 2022.
Celebraremos, de forma inminente, la proeza que está a punto de conseguir nuestro adorado Koke. Pero cuando toque. A día de hoy, se trata de algo que aún no ha sucedido.
